MENSAJE NAVIDEÑO 2020

    Faltan pocos días para culminar este año 2020, marcado por acontecimientos históricos que quedarán en la mente de la humanidad por mucho tiempo. Las distintas situaciones vividas han demostrado lo vulnerable que somos y la incoherencia en nuestras actuaciones. Sin embargo,también han aflorado las enormes capacidades que poseemos en los campos de la inventiva, resiliencia y la solidaridad. Igualmente, este año ha supuesto un cambio en la forma de vida conocida y ha sido la tecnología la que nos ha dado la esperanza de un mejor mañana.

    A partir de ahora, muchos serán los cambios que vendrán en educación, trabajo, religión, cultura, recreación, salud, entre otras; la sociedad en ese proceso de adaptación, adquirirá nuevas costumbres, se derrumbarán paradigmas y se levantarán otros. Entraremos a una nueva etapa, que será más tecnológica, más global, donde andaremos por caminos desconocidos, llenos de desafíos, donde será necesaria la sensatez y la lógica. Caminos peligrosos, dominados por el “dato”, donde será necesario tener voluntad para que el ser humano no pase solo a ser un simple número en donde su vida sea regida por corporaciones tecnológicas y gobiernos autocráticos, evitando transitar hacia un destino que nos lleve a una nueva forma de esclavitud que al final traerá una lucha liberadora como históricamente ha sucedido. El valor de la vida debe prevalecer sobre ideologías y ambiciones. Se debe evitar que unos pocos utilicen la evolución tecnológica para imponer una nueva supremacía. El dominio no vendrá por rifles y cañones, sino por computadoras y redes. 

    En un sentido más ambiental, la idea de un mundo más ecológico podrá ser una realidad, con el uso de las tecnologías, aun queda pendiente la sustitución de las fuentes de energía que suponen un riesgo a la vida en el planeta. Sin embargo, el camino hacia fuentes más limpias esta trazado y la esperanza de disminuir la huella negativa que los humanos dejamos ya se vislumbra en el horizonte. La tarea resulta titanica, si se tiene la creencia que recae en esta generación, pues, los cambios van ocurriendo progresivamente de una generación a otra, y si hoy se adoptan las medidas correctas, serán las futuras generaciones las que llevaran en su código genético lo que hoy, para la nuestra, es solo una aspiración.

    No podría dejar de dedicar unas líneas a la industria petrolera. Si bien la pandemia afectó a todas las actividades a nivel mundial, el suministro de combustibles fósiles y sus derivados siguió fluyendo, claramente en cantidades inferiores, pero compensado por la paralización mundial que demando menos recursos. Sin embargo, es importante resaltar, que el petróleo ha dejado de ser el tema principal en la cotidianidad mundial, incluso, a criterios de este autor, las energías limpias, ecología y sostenibilidad, lo han desplazado como tema mundial. En el mensaje del año pasado, en términos casi proféticos, describí lo que finalmente termino ocurriendo en la decaída industria petrolera venezolana, aun cuando no es necesario ser profeta para conocer lo que se vislumbraba en el horizonte. La razón fundamental, es que está siguió su marcha hacia su autodestrucción. No se generaron los cambios que se precisaban, y por ello, hoy está en una situación más compleja; estos han de ser radicales, se deben derrumbar las estructuras actuales y levantar nuevas, donde exista una organización en un sentido estrictamente técnico con visión de negocio sobre cualquier otra cosa, sacando de sus instalaciones la ideología, que poco sirve para extraer y refinar hidrocarburo, apostando más a la eficiencia que las tecnologías brindan y avanzando con paso firme y decidido hacia el futuro que el país necesita y desea. El recurso humano existe, las tecnologías también, solo falta voluntad de los que tienen la responsabilidad de dirigir. 

    Un nuevo mundo nos espera, lleno de oportunidades individuales y colectivas, solo hay que adaptarnos y utilizar nuestras capacidades para construir juntos ese camino que debemos recorrer. Por el momento, es navidad, un tiempo de unión, amor y solidaridad, que deben ser los pilares del futuro que queremos. 

Finalmente, deseo que este año 2021 traiga dicha y prosperidad para todos ustedes, esperando seguir contribuyendo a la generación de conocimiento que aporte cosas positivas a nuestro porvenir.